Partituras

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Partituras mexicanas ilustradas, un tesoro inaudito

Aún en estos días, no se tiene una visión de conjunto de la riqueza cultural de la música mexicana. Esto en gran medida se debe a la marginación que ha sufrido dentro de los programas de conciertos y en la investigación en los ámbitos académicos. ¿Cómo es posible que tanto en México como en Europa no se le haya dado importancia a la enorme cantidad de partituras de compositores mexicanos impresas en este país?

En pleno siglo XXI, se sigue diferenciando la música “culta” o de “concierto” de la “popular”, siempre en detrimento de ésta última, a causa de las arraigadas estimaciones eurocentristas vigentes en los círculos académicos internacionales, que miden las obras con base a la “contribución” que puedan hacer a una supuesta “cultura universal”. Muchos estudiosos siguen buscando argumentos para que las creaciones de ciertos autores de nuestro país, sean aceptadas dentro de estos modelos. Desgraciadamente esto repercute en que se considere a la música mexicana como de segunda categoría, y no permite tomar conciencia de lo que esta significa y ha significado para los propios mexicanos.

A lo largo de su vida, Carlos Monsiváis coleccionó partituras mexicanas por su contenido estético y musical. Hoy, con la intención de que este tipo de objetos ocupen un lugar importante en la conciencia cultura nacional, el Museo del Estanquillo presenta esta exposición, cuyo eje temático es la imprenta musical en México, en el rango temporal que va de mediados del siglo XIX a la primera mitad del XX. Centuria en la que en sus diversos momentos históricos, no mermó la demanda de partituras.